Fotografía de Jorge París
El Covid-19 ha sido como un tsunami en el mundo del arte. Museos, galerías de arte y casas de subastas de todo el mundo han tenido que cerrar sus puertas, además de infinidad de eventos, exposiciones en museos y galerías, que se han tenido que posponer para el año 2021.
La crisis del 2008 ya afectó al mundo del arte, dejándolo muy vulnerable, pero ahora se ha visto forzado a parar completamente, como otros muchos, lo cual sumado a que este sector, pese a ser un valor seguro, es también muy sensible a fluctuaciones económicas como la que estamos viviendo, hace que el impacto de estos últimos meses sea enorme.
Fotografía de Luis Sevillano
La incertidumbre a la que se enfrenta el sector cultural y artístico es de las pocas certezas que tenemos hoy en día. Y es que el confinamiento nos ha forzado a adaptarnos y ser creativos, algo que en sí mismo forma parte del ADN del artista pero que no deja de suponer un reto en circunstancias completamente nuevas para todos.
Fotografía de Rafael Yaghobzadeh - AP
Muestra de ello son las numerosas iniciativas que han surgido para llevarnos el arte y la cultura a casa como nunca antes lo habíamos visto: visitas virtuales (gratuitas) para ver las colecciones de los museos más importantes, conciertos, recitales de poesía e improvisaciones de danza en streaming… separados, pero a la vez unidos por aquello que nos apasiona: el arte. Las redes sociales han jugado un papel crucial en estos meses, donde hemos podido ver otras iniciativas como las ventas solidarias de prestigiosos artistas con las que recaudar fondos para ayudar en esta crisis, inauguraciones virtuales, viewing rooms o la revolucionaria estrategia para promover las ventas mediante el hashtag #ArtistSupportPledge.
Fotografía de Marta Fernández Jara - Europa Press
Grandes museos como El Prado no cerraban desde la Guerra Civil, y aunque todos estos movimientos e iniciativas han ayudado a paliar el efecto de esta crisis, aún queda mucho por hacer para reactivar el sector durante los próximos meses que se prevé serán clave. Museos, teatros, salas de conciertos, galerías y casas de subastas, centros culturales y muchos más enclaves de la cultura de un país dan trabajo no sólo a los artistas sino a una red de trabajadores extensísima que se ha visto afectada y por ello ahora es fundamental la colaboración de todos los espectadores y amantes del arte, en cualquiera de sus expresiones, y sobre todo el compromiso y las medidas de las administraciones para ayudar a reactivar el sector.
El arte no es un sector de primera necesidad en sí mismo, pero es necesario en nuestras vidas, nos ayuda a ver la vida con otros ojos, nos hace plantearnos nuevas preguntas, nos permite ver clara y nítidamente todo lo que nos rodea. En definitiva, hace que seamos más sensibles y nos ayuda a abrir nuestra mente y así ser mejores personas.
Fotografía de EFE
Ahora tendremos que esperar que la economía poco a poco se reactive y el mundo del arte con ella también, y en la medida de las posibilidades de cada uno, apoyar a los artistas en estos duros momentos y a todas las entidades que mueven este sector, como si se tratase un bien de primera necesidad.
Fotografía de Samuel Sánchez
A título personal, espero que lo que hemos vivido quede en nuestra memoria como un mal sueño, pero del que al menos hayamos sacado la lección de qué y quiénes son realmente importantes en nuestras vidas, y recuperemos la “normalidad” de la que gozábamos hace no mucho tiempo para volver a salir a las calles de nuestras ciudades y seguir compartiendo momentos con aquellos de los que hemos tenido que estar separados estos meses.